Tengo absolutamente claro que los diarios de información general tal y como los conocemos ahora dejarán de existir. El Mundo y El País se encuentran en lo que podríamos denominar 'situation FB', la situación Facebook; es decir, cuando a la web del sr. Zuckerberg le apetece cambiar de arriba abajo su diseño despistando hasta el más earlyadopter de sus usuarios. Los facebookeros se cabrean porque ahora que habían controlado la situación, les toca re-reaprender las nuevas funcionalidades. Lo mismo le pasa a los citados medios, con la salvedad de que ninguno tiene 800 millones de usuarios/clientes/lectores y se deben cortar un poquito a la hora de cabrear al personal.
Estrategia errónea; ninguno ha sabido dar el salto del papel a la red y miren que ya ha pasado más de una década. Se han limitado a ofrecer en la red lo que ya ofrecían en papel, porque "había que estar". ¿Qué valor añadido encuentran los nuevos lectores on-line? Ninguno. Si acaso un vistazo rápido a los titulares del medio más afín a mis principios y punto pelota, mientras monetarizan esta visita relámpago con la publicidad más molesta que te puedas echar a la cara.
Por eso, los nuevos lectores amamantados en la red encuentran refugio en cientos de bloggers que les cuentan lo que les interesa leer y como les gusta leerlo. Segmentación.
¿Significa esto que, con la cada vez mayor penetración de la red, los nuevos dispositivos tecnológicos y las inminentes penalizaciones al consumo de papel (por aquello de la huella medioambiental) los medios generalistas tenderán a desaparecer? Ni mucho menos, pero tendrán que estrujarse el cerebro por hacer periodismo2.0 e implementar la web2.0 a sus sites.
Pero para que esto llegue, evidentemente, tendrá que haber una crisis en los medios de comunicación, así que paciencia y mientras tanto confecciona tu propio listado de bloggers-gurús.
miércoles, 12 de octubre de 2011
martes, 4 de octubre de 2011
Sobre emprendedores y redistribución de la riqueza

Terminó septiembre. De la peor manera posible, por supuesto. Después del verano llega el fin de muchos contratos temporales, especialmente en el sector servicios tras el periodo de estío. España suma 95.000 nuevos parados (o los recupera tras las vacaciones?), con lo que la cifra se infla hasta los 4,2 millones de desempleados en nuestro país.
Todos los asalariados estaréis de acuerdo en que buena parte de ese desempleo de buena gana lo asumiríais en vuestras empresas, pues una ayuda no está de más, máxime cuando las actuales plantillas están desbordadas de trabajo. ¿Es que no hay trabajo? 'Au contraire', sobra por doquier. La única conclusión a la que se puede llegar es que el grueso de la población activa de este país está SOBRE-EXPLOTADA refugiada en el MIEDO a perder un puesto de trabajo, que no dejar de ser un estado emocional controlado ahora por los empresarios. La lógica matemática vuelve a engrosar las cuentas corrientes de aquellos empresarios despiadados, herederos de los 'tiburones' de La Bolsa - antaño bien vistos por la sociedad.
La única solución para España está en el autoempleo. Quizás el PP no consiga crear 3,5 millones de trabajos per se, pero sí que puede incentivar a que muchos jóvenes encuentren en este formato laboral su única salida. Ya no vale aquello de, "Hola, soy Juan, licenciado en X. Mi sueldo es de X brutos al año. Estoy listo para trabajar". La formación universitaria no es un título que quede plasmado en nuestro curriculums y punto; debe ser entendido como la asimilación de una serie de habilidades que nos serán de vital apoyo para emprender nuestras propias aventuras empresariales.
Después de escuchar y leer blogs de decenas de emprendedores como Marc Vidal, Carlos Blanco, Enrique Dans, Carlos Barrabes, Alejandro Suárez y un larguísimo etc. (sin olvidar a buenos amigos con más de 10 negocios creados a su espalda), estoy convencido de que la única forma de competir laboralmente contra el funcionario de turno de 55 años sin conocimientos tecnológicos ni más habilidades que la de 'escaquearse del trabajo', no es desear llegar a los 55 años para aspirar a ese puesto de trabajo bien remunerado y sin responsabilidad alguna. El devenir está en crear tu propio puesto de trabajo.
Un empresario emprendedor cotiza a la Seguridad Social, como mínimo, cerca de 3.000 euros al año. TRES MIL euros a fondo perdido, porque un empresario emprendedor nunca pondrá la mano en la cola del INEM para aplotronarse en casa a la espera de una nueva silla que calentar.
Un empresario emprendedor es competitivo per se; lo que nos piden y exigen nuestros socios de la UE.
Un empresario emprendedor nunca se pone malo; no sólo no cotiza a la SS, sino que no provoca gastos.
Pero lo más importantes es que un empresario genera riqueza; Quizás no genere muchos puestos de trabajo para asalariados, pero si redistribuye la riqueza; no será como ese empresario energúmeno que los domingos por la tarde despeja su agenda para contar sus posesiones y riqueza; simplemente porque no generará tanto volumen de ingresos.
Esta es la principal diferencia entre España e Italia. ¿Por qué - se preguntan algunos españoles - España está peor valorada que Italia económicamente... pero no véis qué presidente tiene? La principal diferencia entre ambos países (junto con Portugal e Grecia, los CERDOS de Europa - PIGS; supongo que por aquello de pegarse la vida del cerdo: comer y dormir sin pegar palo) es su tejido empresarial, tal y como decía Mario Conde en su último post en el blog de Intereconomía.
Mejor morir de empresario, que vivir asalariado.
domingo, 2 de octubre de 2011
El papel del Community Manager, la excelencia en la comunicación

Han pasado unos tres años desde que escuché por primera vez el concepto de Community Manager. Lo escuché en boca de Marc Vidal y entonces, aunque entendía lo que me contaba, no terminé de entenderlo, de visualizarlo. Tres años después, empiezo a vislumbrar el potencial de este perfil, al que ya se le ha colgado el san benito de "profesión más demandada del futuro" y son a decenas los cursos que podemos encontrar especializados en impartir este tipo de conocimiento o habilidades.
Una definición de Community Manager sería aquel perfil dentro de una organización empresarial que trata de escuchar y asimilar todas las opiniones que los usuarios pueden generar a través de Internet de una marca; las canaliza hacia diferentes departamentos de la empresa para provocar una reacción enfocada a la mejora de la marca y la satisfacción del cliente y, además, sirve de departamento de atención al cliente on-line. En dos palabras: la excelencia de la imagen.
No me cabe ninguna duda de que el Community Manager será uno de los perfiles más demandados durante los próximos 5 años (aunque al igual que sucede con la crisis, con Internet es mejor ser cauto en predicciones).
Un buen Community Manager es aquel que se encargará de, por este orden, atraer clientes a través de la red en colaboración con el departamento de marketing; fidelizarlos con diferentes herramientas (trato personalizado, concursos, etc.); y apagar fuegos o crisis de comunicación. Las dos primeras son labores sencillas y abordables desde perfiles bajos, aunque la creatividad y el ingenio juegan un papel esencial. Las situaciones de crisis son los verdaderos escenarios de los Community Manager de perfil alto. ¿Cómo conseguir frenar campañas de descrédito de usuarios enfadados con mi marca porque se sienten estafados, timados, engañados, desatendidos, etc.? Seguro que todos estamos pensando ahora mismo en una persona: el Community Manager de Movistar, Vodafone u Orange (por este orden).
Una gestión eficaz de un Community Manager puede ser positiva para la empresa, sin embargo una gestión negativa puede ser muy dañina para la marca. Es decir, un Community Manager tiene poco que ganar y mucho que perder. Actualmente existen decenas de herramientas que facilitan y profesionalizan la labor de un CM y todas podemos encontrarlas en Internet: Hootsuite es una de las más completas, en tanto que prácticamente nos permite tener monitorizado absolutamente todo lo que se habla de nosotros en las redes sociales y cuantificar un sinfin de variables como reputación, confianza, tráfico, etc. Efectivamente, las redes sociales; aunque no todo lo que sucede en el mundo mundial tiene su reflejo en las redes sociales, una buena parte sí, por eso están tan relacionadas con el CM.
Quizás todo el mundo piense en Facebook como herramienta de Red Social de uso potencial para promocionar una marca, si bien es cierto que esta aplicación tiene un uso más social y cualquier tipo de publicidad entre tus comentarios y me gusta a tus amigos, no es bienvenido. Twitter, el pajarito, consigue combinar mejor su función social y empresarial y no provocar disfunciones.
Este fin de semana, he descubierto gracias a un seminario sobre Twitter impartido por los chic@s del IEBS la macroherramienta que Twitter pone en nuestras manos, especialmente para los jóvenes emprendedores que quieren poner en marcha sus grandes ideas con sus pequeños presupuestos. Alucinante. Para definir a esta red social vendría como anillo al dedo la típica frase de las películas antiguas donde se libraba una batalla entre el bien y el mal. "Es un arma que en las manos adecuadas puede hacer mucho bien, y mucho mal si cae en manos inadecuadas". Quizás sea esta una mejor y más simple definición del Community Manager.
La gran pregunta ahora sería saber qué importancia le pueden otorgar las marcas y empresas importantes a este perfil dentro de su propia estructura organizativa. Echando un vistazo atrás y analizando el camino que han sufrido periodistas o perfiles de marketing, creo que los CM pasarán a depender de estos.
Craso error; por eso un CM creo que puede ser muy peligroso para las grandes compañías y muy poco beneficioso (o mejor dicho, limitadamente beneficios), mientras que para PYMEs un CM puede ser su tabla de salvación, principalmente porque el propio tamaño de la prensa en cuanto a número de trabajadores impide que se arrincone en organigramas gigantes una figura tan importante como pueda ser un CM.
Os animo a descubrir lo que os puede reportar un correcto uso de las redes sociales, especialmente Twitter.
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